No te besé
porque sabía
que sería como comprobar
con la
lengua
que la
plancha está suficientemente caliente
como para
quitarle las arrugas a mi camisa
y
agujerearla por completo.
Soy un Ave
Fénix
con la
asignatura de resurgir suspendida
y no quiero
que me recojan
como a un
cenicero que un perro ha tirado a la alfombra.
Un beso se
convierte fácilmente
en una
antorcha.
Un beso y una
cerilla son gemelos,
adivina cuál
es el hermano malo.
Tus labios
son el asa de una taza de café
recién
servida.
El asa no
quema,
decían.
El vaso
tampoco,
aseguraban
tranquilos.
Mentían.
Estuve a
punto de convertirme en leña
cuando te
pusiste delante
pidiéndome
que completara tu chimenea.
Me invitaste
a pasar
pero me
tropecé con el felpudo,
y cuando
aprendí a saltarlo
se me olvidó
cómo se mira hacia delante.
Me asustaron
tus llamas,
pero ahora
sé que el verdadero villano de esta novela
es la
ausencia de ellas.
Es mejor
vivir calcinado
que dormidos
y arrepentidos.
Pero eso lo
pensé después
cuando ya no
había tiempo,
que es
cuando se piensa todo lo bueno.
5 comentarios:
Cada día pienso menos, Un abrazo.
Hay besos así y en ellos no se sabe distinguir la suavidad de la llama.
Un abrazo en la tarde.
Me encanto! Me describe completamente
Saludos!
Es muy bueno, te felicito, un deleite leerte.
Abrazo.
Que maravilla y prodigio eres preciosaaaaaaaaa :D nos haces ponernos las pilas con tus post jajaja besossssss :*
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