Vuelvo a casa caminando de puntillas, no vaya a ser que se despierten los poetas.

15 oct 2013

Bolsillos rotísimos

Un día pasamos
por el mercado del centro;
fue el primer día.

Yo llevaba una cámara de fotos
y vaqueros ajustados.
Él llevaba el rock and roll
colgando de su pendiente,
y la música más bonita
latiéndole en la camiseta.

Después de aquella tarde,
cada noche caminábamos
por las calles más antiguas de la ciudad.

Nos reflejábamos en los escaparates
de tiendas dormidas
y nos colábamos entre las sillas
de las terrazas de bares
donde otras parejas bebían
y se tocaban el alma con la lengua; igual que nosotros.

Perdíamos autobuses,
se nos fugaban por el hueco
de los bancos que hay en la calle de la fuente.

Soñábamos con gritar
desde los balcones de puertas blancas
y enormes cristales
de las casas viejas con puertas de madera.

Saludábamos a la cámara
después de cada mordisco,
era nuestra calle.
A veces llovía
y se nos mezclaba la saliva con la atmósfera.

Pasábamos delante de la chica francesa
que tocaba la guitarra
frente a la basílica.
Dos chicos con pantalones de colores
y collares de hilo marrón
vendían cuadros
sentados en una escalinata,
pero nosotros ya llevábamos el arte entre los dientes.

Veíamos a chicas de pelo largo
pedaleando rápido para llegar al semáforo en verde;
nosotros frenábamos en seco
cuando se ponía en rojo,
parábamos el tráfico a besos,
nos tocábamos el culo,
la cintura,
el cuello
y la primavera: menudos conciertos.

Cenábamos.

Nunca bailamos
en puentes de madera
ninguna canción de Frank Sinatra.

Nunca nos hicimos una foto.

Alguna vez dormimos juntos,
cómo olvidar
la sobredosis de vida
que supone ver al poeta tumbado y con los ojos cerrados.

Bebíamos agua en los parques.

Yo le enviaba besos rojos
por correo.

Él sacaba miradas bonitas
del bolsillo de su camisa vaquera.

Nos queríamos delante de las torres.

Llevo tiempo sin verle;
el chico más bonito de la ciudad
se ha ido con su música
a otra parte.

3 comentarios:

Fallen Love dijo...

"Alguna vez dormimos juntos,
cómo olvidar
la sobredosis de vida
que supone ver al poeta tumbado y con los ojos cerrados"

me ha encantado eso, de verdad que sí.

Rafael dijo...

Nostalgia prendida en unos versos por un tiempo, una persona, un sentimiento...
Un abrazo.

Mária dijo...

Es bonito hacer del amor poesía y de la poesía amor, pero más bonitos son esos recuerdos en el corazón..
(Y a la vez tan tristes)
Cielo trastornado en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
M.